¿Qué es realmente el networking educativo?
Más allá de los eventos, las redes o los hashtags, hacer networking en educación es conectar con otros docentes, equipos, formadores o instituciones con los que compartes inquietudes, valores o retos.
No se trata solo de hablar de lo que haces, sino de compartir, aprender, inspirarte y dejarte interpelar por otras formas de entender la escuela. Es tender puentes entre aulas, centros, territorios y personas.
¿Qué aporta a tu desarrollo profesional (y personal)?
Desde mi experiencia como docente, formadora y divulgadora, puedo decir que el networking me ha permitido:
- Conocer proyectos que no salen en los libros, pero que transforman aulas reales.
- Descubrir personas con las que crear, colaborar y soñar juntas.
- Visibilizar mi trabajo, no desde el ego, sino desde el deseo de compartir y mejorar.
- Sentirme acompañada en momentos de cambio, dudas o fatiga.
- Acceder a nuevas oportunidades: formaciones, publicaciones, congresos, premios…
Y, sobre todo, me ha recordado una y otra vez que no estoy sola en esta aventura de educar.
¿Dónde empieza?
El networking no empieza en un gran evento ni en una plataforma oficial. Puede empezar:
- En una charla de pasillo en el cole.
- En un hilo de X que te inspira.
- En una formación donde alguien plantea una idea brillante.
- En un correo que empieza con “Hola, he leído tu artículo…”
- En un mensaje directo con un “¿te animas a colaborar?”
Se trata de romper la burbuja, abrir puertas y animarse a salir del aula sin salir de la escuela.
Tejer red también transforma el sistema
Cuando las escuelas se abren, cuando los docentes comparten sin miedo a ser juzgados, cuando las ideas viajan y se adaptan… la innovación educativa se vuelve accesible, posible, humana.
El networking educativo es también activismo pedagógico: visibiliza la buena educación que ya está pasando. Rompe la narrativa de crisis constante y pone el foco en las soluciones, no solo en los problemas.
¿Y si tejemos red?
No hace falta tener miles de seguidores ni dar muchas ponencias. Basta con una actitud: la de querer aprender con otros.
Comenta, comparte, pregunta, lanza ideas, di “gracias”.
Participa en encuentros, ya sean virtuales o presenciales.
Si algo te inspira, dilo. Si alguien te ayuda, reconócelo.
Porque cuando tejemos red, tejemos escuela. Y cuando lo hacemos juntas, todo cobra más sentido.
Accede a todas mis redes en mi Linktree.