Profe multitarea (pero con sentido): cómo organizarte sin perder la pasión

“¿Cómo haces para llegar a todo?”
Es una pregunta que me hacen a menudo. Porque sí, además de dar clase, también imparto formaciones, coordino proyectos, participo en entrevistas, escribo, colaboro en libros… Y aunque suene a mucho (porque lo es), no se trata de hacer más, sino de hacer con sentido.

Premios, libros y aulas: cómo seguir con los pies en la tierra (y el corazón en el aula)

A veces me preguntan cómo hago para compaginar tantas cosas: las formaciones, los premios, el libro, las entrevistas… Y la respuesta siempre es la misma: porque sigo en el aula. Porque ahí, en ese espacio donde la teoría se vuelve vida, es donde todo cobra sentido.
Los reconocimientos son bonitos. No voy a fingir que no emocionan. Cuando recibes un premio o ves tu nombre en la portada de un libro, piensas en todo el camino recorrido, en las veces que dudaste, en las personas que te han acompañado. Pero nada de eso sustituye lo que siento cuando un alumno me dice “lo he conseguido” con una sonrisa, cuando un grupo supera un reto juntos, o cuando una familia me agradece que su hijo vuelve a casa ilusionado.

Enseñar, formar, aprender: lo que me enseña el aula cada día

Podría hablarte de metodologías activas, de tecnología, de gamificación o de proyectos. Pero hoy quiero contarte algo más simple y más real: que sigo aprendiendo cada día dando clase.
Sí, soy formadora, imparto cursos, acompaño a docentes en procesos de innovación… pero nada de eso tendría sentido si no siguiera siendo maestra. Porque es en el aula donde todo se pone a prueba, donde lo bonito de la teoría se enfrenta al ritmo, a las emociones, al grupo, a lo inesperado.